En todo proceso organizacional, quienes le dan vida a los mismos son las personas.
Todo proceso implica energía: física, intelectual y emocional. De ahí la importancia que podamos empezar a registrar cómo nos vamos sintiendo a medida que los transitamos.
Tanto desde el Yoga como desde el mindfulness, la herramienta primera para ayudarnos a registrar nuestro estado corporal y emocional es la respiración.
Cada vez que inhalamos incorporamos a nuestro cuerpo energía (prana) que lleva oxígeno a cada uno de nuestros órganos y células. Si estamos respirando de una manera ineficiente (una respiración acelerada, clavicular, corta) nuestros órganos, células e incluso nuestra digestión se ve afectada.
Muchas veces no tenemos registro de cómo nos estamos sintiendo y por tal motivo, más que lograr definir y etiquetar la emoción ó sentimiento, es necesario registrar cómo estamos respirando, para ayudarnos a volver a una respiración abdominal rítmica que será la base para poder centrarnos.
Durante este mini taller estuvimos explorando respiraciones para regular nuestra energía a través de la respiración.
1. Inhalaciones más largas y profundas que las exhalaciones cuando necesitamos aumentar nuestro nivel de concentración y energía. 2. Exhalaciones más largas y por boca cuando necesitamos disminuir nuestra ansiedad y bajar decibeles. 3. Respiraciones de descarga (en tres tiempos, el hachazo y revitalizadora de los nervios) para acompañar el miedo y la angustia. Los invito a experimentar!